domingo, 3 de enero de 2010

SIGUE LA MATA DANDO... PUES A PREPARAR LA RESISTENCIA¡

La CFE informó que el aumento será de al menos 4 por ciento anual

Subirán tarifas de electricidad según inflación y combustibles

Para consumo doméstico el alza este mes será de 0.3%, instruyó la Secretaría de Hacienda

Si se rebasa el mínimo de 75 kilovatios mensuales el incremento será de casi 20 por ciento

Foto
Con el año comenzaron también los aumentos a los precios de la gasolina, gas y electricidadFoto Carlos Cisneros
Israel Rodríguez J.
Periódico La Jornada
Domingo 3 de enero de 2010, p. 13

Las tarifas eléctricas aumentaron a partir del primero de enero y registrarán un incremento anual acumulado de al menos 4 por ciento, informó la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Los incrementos tarifarios serán mensuales y para su determinación se tomará como referencia la inflación y los precios internacionales de los principales combustibles utilizados para la generación de electricidad, como gas natural, carbón, combustóleo y diesel.

Por instrucciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público(SHCP), la CFE determinó un incremento de 0.3 por ciento en las tarifas de consumo doméstico básico, el cual estará vigente solamente durante enero y se ajustará en forma mensual.

Así, informó la CFE, la tarifa uno de consumo doméstico básico, que incluye el uso de hasta 75 kilovatio-hora en un mes será de 0.687 pesos por kilovatio-hora. Pero después de ese límite, los hogares tendrán que pagar a 0.819 pesos el KW-h que consuman, lo que significa un incremento de casi 20 por ciento en relación con el precio doméstico básico.

Entre enero de 2009 y el mismo mes de 2010, los precios de la electricidad para los hogares con tarifa uno de consumo doméstico básico aumentaron 3.62 por ciento, una proporción similar a la inflación observada durante el año pasado. El precio de la luz pasó de 0.663 pesos por KW-h en enero de 2009, a 0.687 pesos en el mismo mes de este año.

Descuentos en zonas cálidas

En un supuesto de que las tarifas tuvieran un incremento constante y sostenido de 0.3 por ciento mensual, el alza acumulada en todo el año sería cercana a 4 por ciento, por lo que los hogares con un consumo doméstico básico (hasta 75 KW-h) pagarían el kilowatt- hora en diciembre de 2010 en al menos 0.709 pesos.

Sin embargo, la paraestatal precisó que las tarifas eléctricas subirán con respecto a la inflación y al aumento en los precios nacionales e internacionales de los combustibles. Aclara que en el periodo de verano entrarán en vigor tarifas con descuento para las zonas áridas y más cálidas del país. Esta tarifa se aplicará a las viviendas y apartamentos en cuyas localidades la temperatura media mínima sea de 28 grados centígrados.

En el caso de las tarifas para bombeo de agua para riego agrícola éstas se incrementaron en más de 27 por ciento en términos anualizados. La tarifa 9 con un consumo mínimo de 5 mil KW-hora pasó de un precio de 1.219 pesos por cada KW-h en enero de 2009 a 1.556 KW-h para el primer mes de 2010.

Es importante recordar que la CFE utiliza gas natural para la generación de energía eléctrica en las plantas de ciclo combinado, carbón para las plantas carboeléctricas, así como diesel y combustóleo para las termoeléctricas.

Las expectativas de los principales grupos de especialistas en economía del sector privado, elaboradas por el Banco de México, estiman que la inflación para 2010 será de 5.04 por ciento, pero en sus previsiones no incluyeron los recientes aumentos en los precios de las gasolinas, el diesel, el gas LP, y ahora el de la energía eléctrica, entre otros, aplicados desde el primer minuto de 2010.

Cabe señalar que las tarifas tendrán costos progresivos sobre todo en las Domésticas de Alto Consumo (DAC), las cuales van desde un consumo de 250 KW-hora mensual hasta los 2 mil 500 KW-h y que puede llegar a un costo de 2.409 pesos por KW-h.

Los ajustes de precios en el consumo de energía eléctrica incluyen a servicios públicos, como el alumbrado; el uso agrícola, de temporal y acuícola. Así como tarifas generales para industriales en baja tensión, media tensión, alta tensión, servicio de respaldo y servicio interrumpible.

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Detienen a trabajadores del SME por repartir volantes

Martín Esparza, líder del SME, denunció la detención de trabajadores del sindicato electricista en Hidalgo por estar volanteando.

Pachuca - El líder del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza, denunció la detención “arbitraria” de siete trabajadores de ese gremio,

El líder del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza, denunció la detención “arbitraria” de siete trabajadores de ese gremio, por parte de elementos de Seguridad Pública Municipal de Tlaxcoapan.

Acusó al edil de Tlaxcoapan, José Antonio García García, de haber ordenado la detención de los siete trabajadores, cuando éstos se encontraban repartiendo volantes, y no supuestamente por robar los recibos de luz de la oficina de correos, como se les imputa.

Hasta el medio día del sábado se encontraban en calidad de presentados en la delegación de la PGR en la capital del estado, por lo que el dirigente hizo un llamado a las autoridades para liberarlos o, caso contrario, emprenderán algunas acciones como protesta.

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DESDE CHOLULA, PUE. TODO EL APOYO AL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS Y SEGUIREMOS TRABAJANDO EN LA PREPARACION DE LA HUELGA GENERAL:



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2010, optimismo informado
Arturo Alcalde Justiniani
http://www.jornada.unam.mx/2007/11/29/fotos/014n1pol-1_mini.jpg
Se afirma con razón que buena parte de los llamados pesimistas son en realidad, optimistas informados. El escenario con el que iniciamos este año es poco alentador y todo indica que se verá agravado en los próximos meses porque muchas de las medidas que afectan negativamente la calidad de vida de la población surtirán sus efectos diferidos. Los últimos días del año que concluye fueron particularmente difíciles para muchos trabajadores que sufrieron despidos, terminación de sus contratos temporales y cambios en sus condiciones de trabajo. El creciente ejército de los contratados por honorarios o subcontratados desconoce si su empleo será renovado, por lo que inicia el año en condiciones de angustia familiar.

Hoy mismo, se aplica un incremento más a las gasolinas, que tendrá efectos inflacionarios y por tanto, sobre la capacidad de compra de la población. Quizá lo que más profundiza el pesimismo es que no se vislumbran cambios orientados a resolver las causas que generan postración. Existe una gigantesca resistencia a evaluar con objetividad resultados, cambiar rumbos, crear nuevas instituciones, escuchar a los especialistas y aprovechar las experiencias internacionales.

En el plano económico, durante el 2009 se mostraron los efectos de una crisis mundial sin precedentes en más de medio siglo; sin embargo, a pesar de ello, muchos países han reorientado su política interna para reducir el impacto negativo y lograr incluso crecimiento económico que es fuente esencial de cualquier recuperación a través del empleo, el mejoramiento salarial y la protección social. En nuestro país el saldo anual es frustrante al confirmarse un decrecimiento de nuestra economía del orden del 7 por ciento. Se dice fácil, pero atrás de cada decimal hay miles de empleos perdidos, familias afectadas, jóvenes sin futuro. También hoy se confirma la pérdida de más de un millón de empleos y un incremento enorme de la deuda del gobierno federal y de la externa del país. Por lo que se refiere a la primera, el endeudamiento neto total de la Federación cerró en alrededor del 25 por ciento en proporción al producto interno bruto.

La recomendación de reorientar la economía para fortalecer el mercado interno es constantemente desoída por quienes repiten y repiten recetas cuyo fracaso ha resultado evidente. Esta afirmación se confirma en la vida cotidiana de la población, los ejemplos sobran. Si hablamos de autosuficiencia alimentaria, observamos como se ha destruido el campo por la falta de apoyos a la gente que produce y la apertura indiscriminada a productos importados. Si nos referimos a infraestructura básica, basta recordar cómo entregamos los ferrocarriles al sector privado. Atendiendo a nuestra privilegiada situación con amplios litorales, podríamos ser una potencia pesquera, pero este sector como muchos otros se encuentra en pleno abandono; esto lo puede comprobar cualquier consumidor cuando acude al supermercado en donde es prácticamente imposible adquirir cualquier especie nacional a precios accesibles. Nos estamos acostumbrando a consumir producto chino o vietnamita porque sus precios son reducidos.

En el plano social, el incremento de la pobreza es prueba suficiente para acrecentar el pesimismo. Hoy, las familias sin recursos para cubrir necesidades elementales están imposibilitadas de tener una vida digna; frente a esta realidad, no hay discurso que valga. El salario que ha sido históricamente un instrumento básico para dinamizar las economías y favorecer los mercados internos, decrece permanentemente. La reciente decisión de incrementar los salarios mínimos en un 20 por ciento menos de la inflación esperada agregará un golpe más a la economía popular y tendrá efectos negativos en las revisiones de los contratos colectivos que serán particularmente complicadas.

El tema de la inseguridad y la criminalidad siguen ocupando un lugar destacado en el panorama nacional. También en esta materia estamos entrampados en un círculo vicioso que difícilmente será roto si no se enfoca el problema de manera distinta, reconociendo las causas que lo generan y rediseñando sustancialmente las estrategias para lograr el respeto al estado de derecho. La impunidad es evidente cuando observamos nuestras cárceles repletas de infractores menores referidos a delitos patrimoniales, mientras los grandes delincuentes gozan de cabal salud.

El día de ayer entró en vigor una etapa más de la nueva ley de seguridad social del sector burocrático. Esta reforma se presenta como uno de los pocos triunfos del gobierno federal, sin embargo, sin desconocer que esta legislación requería actualizarse en razón de los cambios poblacionales y de incremento en las expectativas de vida, su carácter privatizador tendrá efectos negativos que cada año se mostrarán con mayor rudeza.

Para el próximo mes se anuncia una iniciativa de ley de reforma laboral por parte del Ejecutivo Federal. Sin tener como excusa que se trata de un acuerdo de los sectores productivos, el Ejecutivo y su partido comprometerán su prestigio en esta materia. Está por verse qué tanta congruencia conservarán frente a los viejos compromisos de contar con un modelo laboral sustentado en una justicia imparcial, una concertación auténtica entre trabajadores y patrones y la posibilidad de una recuperación democrática por parte de los trabajadores frente a sus sindicatos. En esta materia difícilmente podríamos ser optimistas en tanto no se resuelvan con justicia y equidad los conflictos de los trabajadores electricistas y mineros, que exhiben en blanco y negro el verdadero rostro de la política laboral del régimen.

Es claro que la única manera para fortalecer nuestro optimismo es participando activamente como sociedad, en cada uno de nuestros espacios, para lograr algo que es absolutamente posible atendiendo a los recursos naturales, humanos y a nuestro rico patrimonio cultural: avanzar hacia una sociedad más justa, sustentable y responsable para que el inicio de los próximos años sea motivo de buenos augurios.

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La falacia panista del precio “barato” de la gasolina

Víctor Hernández


Desde que Felipe Calderón inició los gasolinazos en diciembre los panistas han intentado justificarlos con falacias insostenibles.

Primero dijeron que era para eliminar el subsidio a la gasolina. Quesque sólo beneficiaba a las clases media y alta. Eso se refutó puntualmente en esta columna.

Como eso no funcionó, luego dijeron que “es que ha subido el petróleo”. Pero el precio actual del petróleo es menos del 50% del precio a principios de 2008. ¿Entonces por qué no ha bajado el precio de la gasolina de igual forma?

Vamos, en Estados Unidos, en 2008, el galón de gasolina costaba cerca de 4 dólares en 2008. Ahora el precio más alto anda en 2.90 dólares. México importa 40% de la gasolina que consume de allá ¿Por qué no ha bajado aquí si allá sí?

Como esa falacia tampoco se sostiene, ahora los panistas-salinistas tienen una nueva: que a pesar de los gasolinazos “¡la gasolina es más barata en México que en Estados Unidos!”

Pues no.

En California, que es donde está más cara la gasolina en EE.UU, el litro cuesta 9.97 pesos (a 13 pesos por dólar). En la ciudad donde cuesta más barato (Denver) el litro anda en 8.32 pesos. En México con el aumento de ayer, la Magna está en 7.96 pesos.

Esto haría a la gasolina mexicana más barata sólo si el ingreso mexicano fuera IGUAL que el ingreso americano. No es el caso. El salario mínimo mexicano es 57.46 pesos diarios (el más alto) mientras que el salario mínimo federal americano es de 7.25 dólares la HORA.

Para un mexicano el litro de gasolina equivale a casi el 16% de su ingreso diario. Para un americano el litro de gasolina equivale a casi 1.3%.

Y eso es ganando salario mínimo, porque en Estados Unidos más del 70% de la población es de clase media. Es decir, los que ganan sólo el mínimo son los menos.

En todo caso, si los panistas quieren usar de pretexto para los gasolinazos el homologar el precio de la gasolina con Estados Unidos ¿por qué no homologan el ISR de 35% para los más ricos y el salario mínimo?

La realidad es que el PAN y el PRI subieron la gasolina para recaudar el dinero que eluden las grandes empresas al fisco. Y claro; el que se jode es usted, lector de clase media que paga más por la gasolina, y usted, lector de clase baja que ve reflejada el alza en los precios de todos los productos.

Por eso mejor AMLO 2012.


PD: Los panistas que nunca se pierden esta columna se enojaron porque refuté la falacia de que la gasolina es más barata en México y sacaron otra falacia: que el precio del metro en el DF es más alto que el precio del metro en Nueva York por la diferencia de ingresos en México y Estados Unidos. Esto es falso. El boleto del metro en Nueva York cuesta $2.25 dólares, equivalente a 5.2% del ingreso diario con salario mínimo de Estados Unidos. El metro en el DF cuesta $3 pesos, equivalente a 5.3% del ingreso diario en base a salario mínimo. Es decir, cuestan practicamente lo mismo en términos de gasto porcentual del ingreso. En cambio el precio de la gasolina en México es más de 10 veces mayor en términos porcentuales con relación al ingreso diario de lo que cuesta en Estados Unidos. Con otro detalle: el Metro subió en el DF ya que el PAN y el PRI le recotaron el presupuesto al DF precisamente para que Marcelo Ebrard no pudiera continuar con las obras de la nueva línea del Metro..

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2010: de mal en peor
Guillermo Almeyra

Entramos en un año que, para los trabajadores y los sectores populares de todo el mundo traerá aún más dificultades, penurias y desgracias. Las ganancias de los bancos y las bolsas no quieren decir que la crisis ha terminado, sino que su salvataje a costa de los contribuyentes mantuvo la burbuja financiera, lo cual hace que la inversión en ese sector especulativo sea más atractiva que invertir en la producción de bienes industriales. Las políticas de reanimación industrial que aplica la primera potencia mundial –Estados Unidos– agravan la crisis misma. En efecto, mantener y aumentar la producción subsidiada de automóviles equivale a un mayor despilfarro de materias primas, con un aumento de la producción de gases con efecto de invernadero que agravará el recalentamiento global. Y tanto la producción de energía nuclear como la de biocarburantes ejercerán una presión mucho mayor sobre los recursos hídricos, cada vez más escasos y amenazados por la privatización y a eso habrá que agregar sus costos en destrucción de suelos, en competencia con la alimentación o en contaminación por los residuos radioactivos. Enteros países africanos enajenarán sus tierras –como lo hace ya Etiopía– a China, Corea del Sur, India, que sembrarán en ellos los alimentos que necesitan, por supuesto a costa del hambre de los países huéspedes. La imposibilidad de llegar a un acuerdo en Copenhague sobre el problema climático debido a que cada potencia defiende a sus capitalistas a costa del futuro humano (incluida China) tendrá también enormes consecuencias pues la subida de los mares amenazará a todas las zonas y ciudades costeras (tanto en los países menos industrializados como en las metrópolis), la desertificación de enteras regiones y la creciente carencia de agua estará unida en otras zonas con grandes inundaciones y aumentarán la intensidad y el número de los cada vez más destructivos huracanes tropicales.

Por otra parte, continuará la debilidad del dólar pero todos aquellos que viven anunciando el fin del billete verde y su remplazo por otro equivalente así como los que creen en un derrumbe del sistema capitalista, son pésimos analistas y no tienen en cuenta ni los hechos ni la historia. China, en efecto, está buscando desesperadamente un acuerdo a largo plazo con Estados Unidos, a cuya economía sostiene con sus compras de bonos y sus inversiones y de cuyo mercado depende para sus exportaciones. Estados Unidos, además, tiene un poderío militar que duplica con mucho el de todos sus competidores (China, Rusia, India, Japón, Unión Europea, Brasil) reunidos y, aunque desde la Segunda Guerra Mundial ha perdido (o empatado) todas las guerras (Corea, Vietnam, Irak, Afganistán), sigue subordinando a su política bélica a los europeos, como lo demuestra la transformación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), nacida para enfrentar a la Unión Soviética, en un aparato militar que actúa en el Medio y en Extremo Oriente en función de la geopolítica de Washington. La hegemonía estadunidense está en crisis pero no está en cuestión y China, que necesita crecer económicamente al menos al 8 por ciento anual para mantener sus puestos de trabajo, siente ya los efectos de la crisis en Estados Unidos y Europa (sus mercados de exportación), a los que está estrechamente ligada y comienza a tener problemas sociales agudos, de modo que ni puede ni quiere aspirar a ser el nuevo Hegemon. En cuanto al BRIC (Brasil-Rusia-India-China), no hay que ver las etiquetas made in China o feito em Brasil sino quiénes producen y exportan. Robert Reich, ex ministro de Trabajo de Bill Clinton, escribió al respecto en El trabajo de las naciones que “el ciudadano estadunidense que, por ejemplo, compra un auto General Motors entra sin saberlo en una transacción internacional. De 10 mil dólares pagados a GM, unos 3 mil van a Corea del Sur por montaje, mil 750 a Japón por componentes avanzados, motores, árboles de transmisión, electrónica; 750, a Alemania por la proyectación estilística; 400, a Taiwan y Singapur por los pequeños componentes; 250, al Reino Unido por servicios publicitarios y marketing y 50, a Irlanda y las Barbados por la elaboración de datos”. No exportan, en efecto, los países sino las grandes trasnacionales que en ellos explotan la mano de obra de modo que no es posible ignorar ni la lucha de clases entre explotados y oprimidos y sus victimarios capitalistas ni la lucha de las trasnacionales con los gobiernos y el capital nacional.

Ese es el gran problema: el capitalismo no se derrumbará si nadie lo entierra y si sus víctimas no son capaces de utilizar la crisis para unirse en orden cerrado, para enfrentarlo en escala regional, continental, internacional, para romper con la política criminal de seguir produciendo lo mismo para los mismos consumos despilfarradores, a costa de todo y de todos, y si no pueden, en cambio, imponer directamente, en autonomía, una producción alternativa y un consumo socialmente responsable. Más desocupación –para el capitalismo– significa más oferta de mano de obra barata, menos sindicatos, más desunión de los trabajadores. O sea, poder elevar la tasa de ganancias para salir de esta crisis, hasta la próxima. Por eso no basta con preservar las actuales fuentes de trabajo: si queremos salir del desastre, además, hay que reorientar la producción y los consumos y luchar por construir otro sistema social.

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“La militarización no es el camino para encarar la crisis política de México.”

29-12-2009
Entrevista con la socióloga Laura Carlsen
sobre el papel de Obama en la militarización de México

Global Research

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens


¿Puede explicar lo que es el Plan México y cómo se relaciona con el Acuerdo de Libre Comercio de Norteamérica? (NAFTA)

El Plan México, también llamado Iniciativa Mérida, es un plan trienal de cooperación en la seguridad regional elaborado por el gobierno de Bush y presentado en octubre de 2007. El plan surgió de la extensión del NAFTA a áreas de seguridad, conocida como ASPAN: Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte. Originalmente el Plan México debía ser anunciado en el contexto de la cumbre trinacional de ASPAN pero fue retrasado. Se presenta como una petición del presidente mexicano Felipe Calderón de ayuda estadounidense a la guerra contra la droga, pero en realidad fue preparado en Washington como una manera de “extender las fronteras” del perímetro de seguridad de EE.UU., es decir que México se ocupara de prioridades de seguridad de EE.UU., incluyendo el control policial de su frontera sur y que permitiera que compañías y agentes de EE.UU. participaran en operaciones de inteligencia y seguridad de México.

El Plan México propuso 1.400 millones de dólares sobre todo en financiamiento militar extranjero. Se describe como una propuesta de “Contranarcóticos, contraterrorismo y seguridad de la frontera.”

Después de su elección como presidente, Felipe Calderón comenzó a utilizar a los militares en la llamada Guerra contra la Droga. Desde entonces ha habido un aumento permanente de los despliegues de tropas y una escalada de la violencia. ¿Cuál es el papel de Washington en esta continua operación de contrainsurgencia?

El gobierno de Obama ha apoyado el plan e incluso ha solicitado, y recibido del Congreso, fondos adicionales más allá de lo solicitado por el gobierno de Bush. En los tres años desde que Calderón lanzó la guerra contra la droga en México con el apoyo del gobierno de EE.UU. la violencia relacionada con la droga ha aumentado a más de 15.000 ejecuciones y los informes formales sobre violaciones de derechos humanos se han multiplicado por seis. Más de 45.000 soldados han sido desplegados en calles y comunidades por todo México. Washington reconoce serios problemas con el modelo de la guerra a la droga y sin embargo sigue afirmando, de modo absurdo, que el aumento de la violencia en México es una buena señal – significa que los cárteles están sintiendo la presión, dice el argumento. El plan en sí no contiene ningún parámetro real de lo que los ciudadanos deben esperar como señales de progreso para que pueda seguir financiándose a pesar de su fracaso.

Se solicitó al Departamento de Estado que presentara un informe de derechos humanos para adjudicar un 15% de algunas partes de las asignaciones y finalmente lo hizo el verano pasado. Pero el informe señaló que incluso ante una falta de progreso en los derechos humanos (incluyendo informes sobre uso impune de tortura, falta de justicia civil para las fuerzas militares, asesinatos de civiles y corrupción) el simple hecho de presentar el informe constituía un cumplimiento y adjudicó los fondos.

Hasta ahora el esfuerzo no se describe como contrainsurgencia, porque México no tiene un movimiento formal de insurgencia generalizada. Sin embargo, los ataques contra dirigentes opositores de base en los últimos años han generado temores de que los disidentes son y serán un objetivo de la sociedad crecientemente militarizada.

En su artículo usted dice que la Iniciativa Mérida es la consecuencia directa del marco de seguridad nacional impuesto en las relaciones bilaterales. ¿Significa que el gobierno de Bush estaba utilizando la Guerra contra la Droga y la Guerra contra el Terrorismo para ocultar sus verdaderos objetivos políticos? Si es así, ¿cuáles son esos objetivos?

El gobierno de Bush utilizó el paradigma del contraterrorismo para extender la presencia de EE.UU. en áreas estratégicas. En México, la idea era abrir lucrativos contratos de defensa e inteligencia mientras se ayudaba al gobierno derechista, que todavía enfrentaba serios problemas de legitimidad debido a acusaciones no esclarecidas de fraude en las elecciones de 2006.

¿Hay agentes de inteligencia, fuerzas especiales o mercenarios de EE.UU. que realizan operaciones de contrainsurgencia en México? ¿Se pide a México que permita que los militares de EE.UU. operen en México debido a acuerdos de seguridad y/o comercio?

México no permite soldados de EE.UU. en su territorio. Sin embargo, hay una presencia creciente de la Administración de Drogas y Narcóticos (DEA) y otros tipos de agentes de EE.UU. en el país, así como de compañías privadas de seguridad. No tenemos un buen sistema para rastrear la presencia y actividades de firmas privadas contratadas para propósitos de seguridad y entrenamiento. Es un problema importante.

¿Qué efecto ha tenido la militarización sobre la expresión política? ¿Cómo ha afectado a las organizaciones de base, sindicatos, y grupos indígenas? ¿Ha habido un aumento de la violencia relacionada con los militares, como violaciones, golpizas, torturas y homicidios?

Laura Carlsen: Ha habido un aumento de las violaciones de derechos humanos por las fuerzas armadas. En algunas regiones, dirigentes disidentes han sido atacados por los militares. Mujeres, gente indígena, migrantes, disidentes y jóvenes son particularmente vulnerables.

Nota: “La militarización de México ha llevado a un fuerte aumento de los homicidios relacionados con la guerra a la droga. Ha llevado a violaciones y abusos de mujeres por soldados en comunidades en todo el país. Las quejas de derechos humanos contra las fuerzas armadas se han sextuplicado… las fuerzas armadas mexicanas no están sujetas a los sistemas de justicia civil, sino a sus propios tribunales militares. Éstos llevan muy pocas veces a condenas.” "The Perils of Plan Mexico", Laura Carlsen, Counterpunch

Más de 50 organizaciones de derechos humanos mexicanas han presentado una petición al Congreso para que retire su apoyo a la Iniciativa Mérida. Su carta dice:

“Respetuosamente solicitamos que el Congreso de EE.UU. y el Departamento de Estado, no asigne fondos o programas directos a las fuerzas armadas tanto en la Iniciativa Mérida como en otros programas para apoyar la seguridad pública en México…

“Instamos a EE.UU. a considerar modos de apoyar una respuesta integral a los problemas de seguridad; basada en el afrontamiento de las causas a la raíz de la violencia y en el pleno respeto de los derechos humanos; no en la lógica del combate.”

¿Ha visto alguna mejora o cambio en la política desde la elección de Barack Obama?

No. El gobierno ha dado su pleno apoyo a la fracasada guerra a la droga. Sin embargo hay signos de reforma de la política hacia la droga en la política interior que podrían llegar a afectar la manera como se ven los esfuerzos extranjeros contra los narcóticos. La retórica de “co-responsabilidad” no es realmente nada nuevo y los esfuerzos por reducir el tráfico y la demanda de armas no han sido seguidos por nuevas políticas. El enfoque sigue siendo primordialmente militar y violento, sin que haya dinero alguno incluido en la iniciativa Mérida para aspectos sanitarios como el tratamiento o la prevención de la adicción.

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¿Qué será de Chile sin la Concertación?

Marcos Roitman Rosenmann



Cuando las encuestas señalan que el nivel de aceptación del gobierno de Michelle Bachelet supera el 70 por ciento, y su candidato presidencial, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, no alcanza el 30 por ciento de los votos (29.6), algo no cuadra.

Derivar las explicaciones hacia un agotamiento de la coalición es demasiado simplista. Tanto más superficial es achacar la pérdida de votos a la candidatura de Marco Enríquez-Ominami, o pensar que el candidato de la izquierda, Jorge Arrate, le restó adherentes. Tampoco pensar en un voto de castigo. En esta línea de argumentos fáciles, hay quienes derivan el resultado al sistema electoral vigente. Ya que ninguno de los candidatos podría en primera vuelta obtener la mayoría absoluta, el voto se transformó en un tanteo para medir fuerzas. Lo único cierto es el triunfo, por primera vez, tras la salida del dictador de la presidencia, del candidato de la derecha (44.05). En las cuatro anteriores contiendas electorales fue por detrás de la Concertación. Aunque dichas cifras son similares a las obtenidas por los pinochetistas en el plesbicito de 1988. El obtuvo 44.01. En la definitiva, los resultados son una advertencia para los partidos gobernantes. Habrán de modificar estrategias y poner toda la carne en el asador. Toca zafarrancho. Mientras tanto, la derecha vivirá sus mejores horas, acariciando las mieles del poder presidencial. Su campaña deberá hacer hincapié en la conveniencia de la alternancia. En esta dirección, su candidato, Sebastián Piñera, recordó en rueda de prensa que los éxitos de Bachelett no son propiedad de la coalición oficial. También ellos tienen parte importante en el camino emprendido.

Bajo estas circunstancias, no está de más subrayar que las buenas maneras entre los partidos de la Concertación y las fuerzas de la derecha pinochetista han sido exquisitas. La transición fue un pacto de caballeros. El objetivo era superar el pecado original de la implantación del neoliberalismo en Chile, ser resultado de un sangriento golpe de Estado. Tras perder el referéndum de 1988, su adalid abandonó La Moneda por la puerta trasera, mutando en senador vitalicio. Sin embargo, nadie negará su papel en la negociación transicional. Las claves de la transición son la palabra dada por los dirigentes de la democracia cristiana, el Partido Socialista, los radicales y el Partido por la Democracia a las fuerzas armadas. No se juzgarían los crímenes de lesa humanidad y los militares volverían a los cuarteles. Una mano lava la otra y las dos el cuerpo entero. Esta anómala circunstancia prevalece en Chile. De tal manera, con la paz social garantizada, los empresarios no tuvieron problemas en asumir gobiernos de la Concertación que no cuestionaban la política económica de la dictadura. Unos pocos retoques en el discurso no variaron el rumbo. La gobernabilidad se garantizaba bajo la hegemonía de los viejos partidos y la preminencia del capital privado trasnacional.

El triunfo, en primera vuelta, del candidato de la derecha no conlleva sorpresa. Y nada tiene que ver con el alto nivel de aceptación del gobierno de Bachelet. La disociación entre el voto a Piñera y no a Frei debe ser explicado por la esquizofrenia que sufren los países en los cuales la política se convierte en un marketing, perdiendo una de sus funciones principales, articular ciudadanía. En esta lógica, los candidatos han mantenido sin grandes problemas un mismo temario. Las diferencias son mínimas y aluden al tipo de gestión de lo público. Bajo esta premisa se levantó la candidatura de Enríquez-Ominami, quien capitalizo 20.13 por ciento de los votos. Su fuerte, el perfil de ser un hombre joven, hijo del ex dirigente del MIR Miguel Enríquez, asesinado por la dictadura. Su aval era su pedigrí. Su segundo apellido, Ominami, es espurio. Su madre pertenece a una de las familias de rancio abolengo de la política chilena, los Gumucio. Ellos se encuentran repartidos entre el Partido Radical, la democracia cristiana, los socialistas y liberales del siglo XIX. Diputados, senadores, jueces, hombres de empresa o intelectuales. Marco renunció de mutuo propio a su apellido materno. Su candidatura fue una construcción publicitaria. Sus asesores pusieron el acento en su fácil verborrea, en su matrimonio con una de las presentadoras más populares de la televisión chilena y en su condición de hijo de la dictadura. Tras de sí cientos de arribistas que buscaban pillar tajada. El objetivo, conseguir diputados y senadores. Mientras tanto, el único candidato de izquierda, Jorge Arrate, será desplazado del debate. Como si no existiera. Aunque conseguirá, con su 6 por ciento, romper el bipartidismo. De esta manera, la izquierda chilena se garantiza entrar en el Parlamento. Un triunfo molesto e inesperado.

En espera de la segunda vuelta, la derecha chilena es sabedora de la necesidad de captar votos de la Concertación. Aquellos provenientes de la democracia cristiana. Algunos de sus militantes y seguidores prefieren acabar con el pacto contra natura que los ata a los socialistas. En contrapartida, la Concertación puede hacerse con los votos de Marco Enríquez y captar los adscritos a Jorge Arrate. Son muchos quienes piensan en el mal menor. Cualquier cosa antes que Piñera. Es perspectiva del voto útil. Sin embargo, para que sea factible, la Concertación deberá comprometerse y asumir cambios sustanciales en su política. En esta línea tendrá que hacer suyas las reivindicaciones más sentidas por la izquierda: cambiar el sistema electoral, abrir un referéndum para derogar la Constitución pinochetista, cuestión diferente a llamar a una Asamblea Constituyente, para la que carece de poderes. También deberá otorgar reconocimiento constitucional a los pueblos indígenas y acabar con las políticas represivas que criminalizan las luchas de los mapuches.

Sin duda, las posibilidades de triunfo de Frei en la segunda vuelta dependen de la voluntad para deshacer los amarres que impiden el desarrollo democrático de la sociedad chilena. Si opta por mantener los acuerdos con la derecha y las fuerzas armadas, la emergencia de un gobierno democrático deberá esperar a una época donde la dignidad se abra paso entre tanta ignominia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

JOVENES DE PUEBA:

A su disposición herramientas para cambiar la forma de gobierno de la República Mexicana.

Visitar los sitios:

http://constituyentecivil-mexico2010.blogspot.com

http://gacetaconstituyente-mexico2010.blogspot.com

Saludos.

Alfredo Loredo.